Está claro que hay que conocer una serie de parámetros para el control financiero. Pero, ¿cuáles?, ¿qué debemos medir? Bien, hablamos de las Key Performance Indicator (KPIs), o Indicador Clave del Desempeño, archiconocidos por sus siglas en inglés (KPI). Están a la orden del día en diversos ámbitos y pueden ser diferentes dependiendo de nuestros objetivos. Es posible que estés familiarizado con ellos si perteneces al mundo del marketing.
Antes de continuar, debes tener siempre muy claro que no existen KPIs si antes no has desarrollado una estrategia de negocio y establecido unos objetivos smart.
Efectivamente, los KPI también juegan un papel muy importante a la hora de controlar tus finanzas. En este post te indico cuáles debes tener en cuenta, tanto a nivel personal como empresarial.
Los KPIs que mejor describen tus finanzas personales y empresariales
El seguimiento constante de los KPIs que verás a continuación aportan información muy valiosa para tomar decisiones económicas, identificar áreas de mejora y garantizar la salud de las finanzas de un hogar o la rentabilidad a largo plazo de la empresa. Se podrían poner ejemplos de KPI en función de las metas de cada familia o de la industria del negocio en cuestión. Veamos las más frecuentes y relevantes.
Los KPI esenciales para tus finanzas personales
El seguimiento adecuado de las finanzas personales es esencial para lograr una vida financiera saludable y alcanzar metas financieras a largo plazo. Para controlar y evaluar tus finanzas personales de manera efectiva, es crucial prestar atención a estos KPIs:
- Presupuesto mensual: Establece un presupuesto detallado que incluya ingresos y gastos. Realiza un seguimiento para asegurarte de que tus gastos no superen tus ingresos.
- Ahorro mensual: Mide la cantidad que estás ahorrando cada mes como porcentaje de tus ingresos. Esto te ayudará a construir un fondo de emergencia y a planificar para el futuro.
- Relación deuda-ingresos: Calcula cuánto de tus ingresos mensuales se destina al pago de deudas, como préstamos estudiantiles, hipotecas o tarjetas de crédito. Deberías esforzarte por mantener esta cifra baja.
- Tasa de ahorro a largo plazo: Cuantifica cuánto estás ahorrando para objetivos a largo plazo, como la jubilación, y compáralo con tus metas financieras a largo plazo.
- Ratio de liquidez: Evalúa tu capacidad para cubrir gastos inesperados mediante el cálculo de tus activos líquidos (efectivo, ahorros) frente a tus pasivos a corto plazo (deudas pendientes).
- Ratio de endeudamiento: Calcula tu deuda total en relación con tus activos totales para evaluar tu solvencia financiera.
- Puntuación crediticia: Controla tu puntuación crediticia para asegurarte de que sea alta, lo que te permitirá acceder a mejores tasas de interés en préstamos y tarjetas de crédito.
- Inversiones y Retorno de Inversión (ROI): Haz un seguimiento de tus inversiones y evalúa su rendimiento en comparación con tus objetivos de inversión.
- Gastos discrecionales: Examina cuánto gastas en categorías de gastos discrecionales, como entretenimiento y restaurantes, y busca reducirlos si es necesario.
- Patrimonio neto: Calcula tu patrimonio neto restando tus deudas de tus activos. Este número debe aumentar con el tiempo.
Los KPIs básicos en tus finanzas empresariales
El control de las finanzas empresariales es igualmente esencial para garantizar la estabilidad y el crecimiento de una empresa. Aquí te presento una lista de KPI clave para supervisar y gestionar efectivamente las finanzas empresariales:
- Ingresos: Seguir de cerca los ingresos totales y analizar las tendencias a lo largo del tiempo para evaluar el rendimiento de ventas.
- Margen de beneficio bruto: Calcular la diferencia entre los ingresos y los costos de producción o adquisición para determinar la rentabilidad de tus productos o servicios.
- Margen de beneficio neto: Evaluar la rentabilidad después de deducir todos los gastos, incluidos los gastos operativos, impuestos e intereses.
- Flujo de efectivo: Controlar la entrada y salida de efectivo para asegurarse de que la empresa tenga suficiente liquidez para operar y cumplir con sus obligaciones financieras.
- Rotación de inventario: Medir la rapidez con la que se venden los productos y cuánto tiempo permanecen en el inventario.
- Días de cuentas por cobrar: Evaluar cuánto tiempo tardan los clientes en pagar sus facturas y gestionar el flujo de efectivo en consecuencia.
- Días de cuentas por pagar: Analizar cuánto tiempo se tarda en pagar a proveedores, lo que puede afectar las relaciones comerciales y la liquidez.
- Ratio de endeudamiento: Calcular la proporción de deuda en relación con el patrimonio neto de la empresa para evaluar la salud financiera.
- Rentabilidad Sobre Activos (ROA): Medir la eficiencia de los activos de la empresa para generar ganancias.
- Rentabilidad Sobre el Capital (ROE): Evaluar la rentabilidad en relación con el capital invertido por los accionistas.
- Coste de Adquisición de Clientes (CAC): Calcular cuánto cuesta adquirir un nuevo cliente, lo que puede ayudar a ajustar estrategias de marketing y ventas.
- Churn Rate: Supervisar la tasa de pérdida de clientes para comprender la retención y fidelidad de los clientes.
- Margen de contribución: Determinar cuánto contribuyen las ventas a cubrir los costos fijos y generar ganancias.
- Punto de equilibrio: Calcular el nivel de ventas necesario para cubrir todos los costos y alcanzar el punto de rentabilidad.
- Ratio de eficiencia: Medir la eficiencia operativa al dividir los costes operativos entre los ingresos totales.
¿Qué KPI te resulta más interesante para tus finanzas personales? Y, ¿para controlar la situación financiera de tu negocio? Recuerda que no tienes por qué usarlos todos, sino aquellos que te vayan a ofrecer la información que realmente necesitas.